jueves, 13 de enero de 2011

el texto

Estàbamos ensayando por quinta vez el villancico.Cantàbamos muy bajito para que las ovejas no se despertaran,porque las sitas dijeron que a esas 50 ovejas era mejor tenerlas en el mundo de los sueños antes de que se cansaran de verdady se pusieran a llamar a sus madres con esos terribles balidos que te parten el corazòn.
Las madres,por cierto,ya estaban sentadas en el salòn de actos,por que la sita Asunciòn habìa dicho en secreto a las otras sitas,aunque la Susana y Jessica (pastorcillas en el espacio)lo habìan podido oìr,que casi peor que las ovejas eran las madres de las ovejas,que continuamente querìan estar arreglando la lana y el cascabelillo y el borreguillo a sus crìas.

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